Continuamos con este post sobre lo que supone realizar un patrocinio de calidad, y esta vez a través del patrocinio gastronómico de Mallorca.

El patrocinio gastronómico es una de las mejores vías para dar a conocer la cultura de una región

Nuestro segundo día en Mallorca Feelings comenzó con una actividad que nos gustó mucho realizar en un primer lugar por la experiencia y en segundo lugar para poder contribuir con el medio ambiente y así ampliar nuestro compromiso social que reflejamos en nuestra área de responsabilidad social corporativa.

El día 7 de Octubre a eso de las 9 de la mañana nos reunieron en el Coll de sa Gramola, en Andratx, con el objetivo de plantar un olivo por persona y ayudar a repoblar el paisaje que hace unos años fue pasto de un terrible incendio que calcinó varias hectáreas en julio de 2013.

Tras esta experiencia a manos de Geoholder que recomendamos experimentéis, nos pusimos en camino hacia la comarca del Raiguer, concretamente a Campanet donde tendría lugar nuestra siguiente actividad ofrecida por los maestros del vidrio Menestralia. Allí podríamos visitar la fábrica artesanal y conocer de primera mano cómo es el trabajo de un artesano del vidrio en Mallorca. Nos recibieron con productos locales como sobrasada, butifarrón y vino de Binissalem servido en una de sus copas artesanales donde sin duda sabe mejor.  Menaje y vajillas artesanales para formar parte del patrocinio gastronómico de Mallorca Feelings. La visita es totalmente recomendada pues podréis ver auténticas obras de arte realizadas aquí mismo.

A eso de las 15:00 salimos hacia Inca, a pocos minutos de donde nos encontrábamos, nos dirigíamos a un lugar que nunca olvidaremos, Ca n’Ignasi. Lejos de la imagen de restaurante al uso en pleno corazón de Inca encontramos este pequeño local, con una única mesa para varios comensales. Para disfrutar de un ambiente privado y tranquilo con la compañía que más prefieras y degustando un delicioso menú, basta con ir este inigualable lugar.

Especializado en cocina tradicional mallorquina, Ignasi nos ofreció un completo menú que fue el origen de una exquisita reseña en el New York Times. Comenzamos por unas empanadas marineras presentadas para ser degustadas en su tamaño perfecto, ni falta ni sobra.

Tras llenarnos con esta pequeña muestra de empanadas aun venía más, el que quizás sea el arroz más delicioso que podáis probar nunca, y realizado únicamente con verduras, nada de carne ni pescado. Merece la pena visitar este auténtico lugar únicamente para degustar tan sabroso plato.

Tras el suculento plato venía lo que algunos pensábamos era el postre, hasta que escuchamos el nombre, conejo con ensaimada, una especie de puding realizada para dar más de sí la pieza del conejo antiguamente. Este extraño pastel venía acompañado de una deliciosa crema de setas que creaba una combinación perfecta de sabor y textura junto al dulce y la carne de conejo.

Cuando ya no podíamos comer más Ignasi aun guardaba otro plato más con el que deleitarnos, unas deliciosas albóndigas con sepia y sobrasada que no tenían nada que envidiar a los anteriores platos.

Para finalizar nos esperaba un auténtico Bocatto di Cardinale, y nunca mejor dicho, pues aun quedaba el postre que consistía en una generosa ración de cardenal, un postre típico relleno de nata y merengue y que Ignasi nos sirvió cubierto de una suave salsa de chocolate.

Recién comidos y sin apenas tiempo de reposar, a eso de las 18:30 nos dirigimos a Cap Vermell Beach Hotel, para cerrar la noche con un auténtico cóctel de gala, en un emplazamiento inigualable. Música en directo para acompañar un ambiente distendido y poder comentar con el resto de participantes nuestra experiencia única desde el punto de vista de cada ruta.

Al día siguiente, Mallorca Feelings finalizaba con un showcooking organizado por la Escuela de Hostelería de les Illes Balears, como muestra de su buen hacer en la formación de futuros cocineros y profesionales de la hostelería que esperemos nos deleiten como lo han hecho sus predecesores estos días inolvidables.