Definir si un producto es algo caro o barato será uno de los ejercicios de cálculo que debamos practicar principalmente en navidades, pero como muchas otras opiniones esto simplemente es un punto de vista subjetivo.

Calcular si un producto o servicios es caro o barato

Como adelantábamos, determinar si algo es caro o barato supone elaborar un juicio subjetivo, es decir que dependerá de la opinión personal de cada uno. Este tipo de opiniones suelen ser siempre de resultado comparativo entre dos o más resultados, como por ejemplo si una chica es guapa o fea, si una película es buena o mala, si una persona es rica o pobre.

En la mayoría de los casos se tiene que dar una de las dos opciones para poder determinar la otra, es decir, si preguntamos ¿Quién es rico? la respuesta más sencilla es decir aquel que no es pobre, y así sucesivamente. Por esta razón se deben determinar unos parámetros para que la opinión vaya más allá del punto de vista personal y se convierta en una objetividad cuantificable.

¿Qué factores debemos tener en cuenta para saber si algo es caro o es barato?

Para comenzar, debemos remarcar que esto siempre será una opinión subjetiva, por mucho que queramos parametrizarlo y que lo que para unos es caro, para otros puede resultar barato y viceversa.

¿Existen productos o servicios iguales o similares en el mercado?

En este caso podemos hallar la respuesta haciendo un sencillo estudio de mercado, es decir, buscando alternativas. Si un producto es único, es decir que no hay ninguno igual en el mercado o ningún otro que satisfaga mis necesidades como lo haría este producto, no podremos determinar si es caro o barato, ya que no podremos compararlo. Es más, los productos únicos tienden a tener un precio elevado (que no es lo mismo que ser caros) debido a que no tienen competencia, como es el caso de las obras de arte.

Así pues, si tenemos otros productos o servicios para comparar podremos decir si el producto que queremos comprar es caro o barato respecto a los demás ya que lo que se evalúa es el precio en función de su variedad de opciones en el mercado.

 

¿Qué nivel de utilidad tiene?

Este aspecto es muy importante ya que puede determinar nuestro perfil como derrochadores o como las  personas más tacañas posibles. El nivel de utilidad identificará si el producto o servicio a adquirir es realmente necesario. Un ejemplo sería comprar una máquina quitanieves en las Islas Canarias.

Independientemente de su precio, el producto tenderá siempre a ser caro dado que la probabilidad de altas nevadas que precisen el uso de un quitanieves es ínfima. Pero no es necesario irse a casos tan concretos y complejos, basta con ver la cantidad de chorradas que compra la gente y que luego acaban en un rincón o en un armario sin darle uso alguno. Todos estos productos serán caros.

El nivel de utilidad también va relacionado directamente con la vida útil del producto, ya que si comprar por ejemplo un electrodoméstico por 300 € y te dura 30 años, será mucho más barato que si compras el mismo tipo de electrodoméstico por 100 € y nos dura un año.

Monopoly

¿La última casilla del Monopoly es cara o barata? Dependerá de su rentabilidad.

¿Es un producto alcanzable según mis capacidades económicas?

Por último y no menos importante, es tener en cuenta nuestro propio nivel adquisitivo, es decir, si nos lo podemos permitir. Un producto de alto precio puede parecernos barato si nos lo podemos permitir y puede parecernos caro si está fuera de nuestras posibilidades. Esto demuestra que siempre estaremos usando un punto de vista subjetivo para determinar si el producto es caro o barato ya que dependerá en este caso de nuestro nivel económico.